El peeling químico facial es un procedimiento estético no invasivo que consiste en la aplicación de una solución química en la piel del rostro para exfoliar y renovar las capas superficiales de la piel. El objetivo del peeling químico es mejorar la apariencia de la piel, reducir la aparición de arrugas, líneas finas, manchas de la edad, cicatrices de acné y otros problemas de la piel. El tipo de solución química utilizada en el peeling depende del tipo de piel del paciente y del problema específico que se desea tratar. Los ácidos comúnmente utilizados en los peelings químicos incluyen el ácido glicólico, el ácido salicílico, el ácido láctico y el ácido tricloroacético, acido tricloroacético o fenol, llegando a ser superficiales, medios o profundos. El procedimiento de peeling químico puede durar de 30 a 60 minutos y puede haber una sensación de ardor o picazón en la piel durante el procedimiento. Después del peeling, la piel puede estar enrojecida e inflamada durante unos días y es importante evitar la exposición al sol y aplicar protector solar para evitar daños adicionales en la piel. Es importante tener en cuenta que el peeling químico facial puede tener algunos riesgos y efectos secundarios, como enrojecimiento prolongado, descamación, cicatrices y cambios permanentes en la pigmentación de la piel, por lo que es importante hablar con un médico o profesional capacitado en estética antes de someterse al tratamiento.